En los últimos 25 años, el cine uruguayo alcanzó un nivel extraordinario con películas como Whisky y El baño del Papa, premiadas en festivales de todo el mundo.
En los últimos 25 años, el cine uruguayo alcanzó un nivel extraordinario con películas como Whisky y El baño del Papa, premiadas en festivales de todo el mundo.
El cine de Uruguay tiene más de un siglo de historia. Si bien el invento de Louis Lumière llegó al país en forma temprana – ya en 1898 el país contaba con su primer película documental, Carrera de bicicletas en el velódromo de Arroyo Seco de Félix Oliver – los primeros cien años estuvieron marcados por la escasez de recursos y la intermitencia de los proyectos.
Sin embargo, en los últimos 25 años, el cine uruguayo alcanzó un nivel extraordinario tanto por las producciones nacionales que se destacan en los más diversos festivales del mundo como por los servicios de producción que se ofrecen en el país a producciones extranjeras en áreas como la publicidad, el cine documental o los largometrajes argumentales.
El largometraje 25 Watts (2001) significó un gran estímulo para el autoestima del cine nacional tras recibir 10 premios internacionales, incluyendo Mejor película en el Festival Internacional de Cine de Róterdam y Mejor opera prima en el Festival de La Habana. Desde entonces, todos los años alguna película uruguaya es premiada en festivales de cine de todo el mundo.
Una interesante lectura para quienes quieran introducirse en la evolución de la producción cinematográfica uruguaya en las últimas décadas son los catálogos elaborados por la Uruguay Film Commission & Promotion Office, que sintetiza las principales realizaciones tanto en el plano de la Ficción como del Documental. A su vez, existe uno específicamente dedicado a la promoción de las excelentes locaciones con las que cuenta Uruguay para filmar.